Panderetas, platillos, almireces, rabeles, botellas de anís, panderos y, por supuesto, zambombas han sido algunos de los instrumentos que han protagonizado la vigésima octava edición de la Zambombada de Guadalajara que ha congregado a cientos de vecinos recorriendo las calles de la ciudad al ritmo de los villancicos.
Junto a la ronda de la Alegría y la ronda del Alamín, la zambombada partía a las 19,30 horas frente al teatro Buero Vallejo para dar comienzo a uno de los actos más tradicionales y característicos de la Navidad en Guadalajara en la que han participado más de mil personas.
Los conocidos y reconocibles villancicos, muchos propios de la provincia, se han escuchado por el recorrido habitual de calle Cifuentes, paseo del Doctor Fernández Iparraguirre, Plaza de Santo Domingo, calle Mayor hasta la Plaza Mayor donde ha finalizado el recorrido y se han sorteado seis zambombas artesanas entre todos los participantes.
La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, acompañado por miembros de su equipo de Gobierno, también participaba en la gran ronda vecinal, incluso en el reparto de un caldo calentito que se servía a todas las personas que se iban congregado en la Plaza Mayor, con entrega de papeletas para el sorteo de las zambombas a quienes portaban instrumentos.
Sobre el escenario las dos rondas más reconocidas de la ciudad, aunadas, ponían el broche final y cantaban el singular villancico de “El torito” en homenaje a una de las voces más características de la Navidad de Guadalajara y del Alamín, Mariano García, que fallecía el pasado mes de abril.
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