La mexicana “Ruzzi” y la francesa “Miss Gi” ofrecieron una actuación llena de sensibilidad en la tarde-noche del viernes en la Casa de la Cultura
La tercera cita con las Noches Acústicas de Cabanillas 2024, el ciclo de música independiente que organiza el Ayuntamiento de Cabanillas (y que este año está desarrollando su cuarta edición) acercó al escenario de la Casa de la Cultura un doble concierto donde la balada sensible, y las extraordinarias voces de las dos cantantes protagonistas, fueron la nota predominante. Se presentaban en el teatro cabanillero la mexicana Mariana Ruiz, alias “Ruzzi”; y la francesa de ascendencia oriental y afincada en España Giselle Lau, alias “Miss Gi”, quien hizo de telonera.
“Ruzzi” hacía parada en la localidad inmersa en una gira de apenas 20 días por España, en la que ha ofrecido un puñado de cinco conciertos, uno de ellos este Cabanillas. Se trata de una magnífica cantante e intérprete (toca piano y guitarra), con una voz de amplísima tesitura (desde rotundos bajos hasta agudos insospechados) y que le canta, sustancialmente, al amor y al desamor. Desde su primera canción (“Regresar”, tema sobre la escapatoria de una relación tóxica) hasta el “bis” final con el que cerró su hora de actuación, la cantautora originaria de Chihuahua ofreció un puñado de temas, en los que combinó los de su único disco en el mercado, un LP de hace 6 años, con los de otro que está a punto de ver la luz. Son canciones lentas, cuidadas, muy bien fraseadas, que hablan de rupturas, abandonos, o mudanzas y cambios vitales. Todas en castellano (salvo un curioso tema en francés, “Je suis desolé”), y siempre muy íntimas. Incluida la divertida “Amorsito loco”, con el que sacó la sonrisa del público. Como curiosidad, sorprendió con una difícilmente clasificable versión de un tema disco de los 90, el “Bailando” de Paradisio. En su actuación, Ruzzi estuvo acompañada de Joshua, un estupendo bajista que fue el encargado de poner el fondo rítmico a sus temas.
Antes había abierto el escenario “Miss Gi”, artista francesa afincada en España y de orígenes asiáticos, que canta en español, inglés y francés. Fue la suya una actuación de apertura breve, con apenas cinco canciones, que desgranó en solitario en el escenario acompañada tan solo de su piano. Una voz también muy dulce y melodiosa, y también ritmos lentos, para cantarle a temas diversos, que van desde el amor a la amistad, pasando por la tragedia de los migrantes del Estrecho, y que fueron sus armas sobre el escenario.
Finalmente, cabe reseñar que, como siempre en estas Noches Acústicas, antes y después del concierto se pudo disfrutar de una exposición plástica en la cafetería de la Casa de la Cultura, donde además se celebró el “aftershow”, en el que el público conoce y charla con los artistas participantes. En esta ocasión, los cuadros de la exposición eran creaciones de una jovencísima artista alcarreña, Aitana Ruoss, en cuya expresión usa técnicas como el collage, la combinación de imágenes y texto, o el juego con texturas.
La próxima cita de este ciclo de conciertos será el próximo 26 de abril, con German Salto como cabeza de cartel, el grupo de Guadalajara “Köv” como telonero, y la exposición de “Laboratorio de Artes Mixtas”.
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