Motero apasionado, arqueólogo dedicado, colaborador incansable en la radio del pueblo y en cada actividad en la que le pedíamos ayuda en nuestro municipio. Óscar siempre estaba dispuesto a ayudar, ya fuera en el Fuero de Talamanca, en actividades culturales, o en iniciativas de las diferentes asociaciones.
Su vida profesional fue una búsqueda constante de conocimiento, siempre con el deseo de compartirlo con los demás. Como presidente de la sección de Arqueología del CDL Madrid, dejó una huella imborrable en la docencia, la divulgación y la Memoria Histórica.
Después de una larga lucha contra el cáncer, nos ha dejado un gran amigo y una persona excepcional. Su entusiasmo, generosidad y compromiso con nuestro pueblo siempre serán recordados.
Hasta siempre, Óscar. Tu legado perdurará en cada rincón de nuestro pueblo.
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