Lleno de «No hay billetes» en la Casa de la Cultura, en la velada organizada por la Asociación de Mujeres «La Campiña»
Con un clamoroso triunfo se celebró este domingo 18 de diciembre la tradicional Gala Musical de Navidad que organizaba un año más la Asociación de Mujeres La Campiña, con el patrocinio del Ayuntamiento de Cabanillas.
En esta ocasión la Asociación contrató para la ocasión un magnífico espectáculo de ópera, que llevó al salón de actos de la Casa de la Cultura un total de 16 piezas, todas ellas muy populares y conocidas, salidas de grandes y célebres óperas. Así, se escucharon oberturas instrumentales, arias para tenor y soprano, duetos con los dos cantantes principales, y también algunas piezas para coro; en un repaso operístico que se adentró en títulos de la importancia de «La Traviata», «Nabucco» y «La Forza del Destino» de Verdi; «La Flauta Mágica» de Mozart; «Turandot», «Tosca» y «Madamme Butterfly», de Puccini; «Carmen», de Bizet; o la «Cavalleria Rusticana» de Mascagni.
El recital contaba en la parte instrumental con una estupenda orquesta de una decena de profesores, dirigida por Josean Irastorza. Y en la lírica, con dos magníficos cantantes principales (el tenor Luis Enrique Jimeno y la soprano Chantal García Santos); además de con la «Escuela Coral ConFusa» de Cabanillas, cuyos componentes pertenecen a la Escuela Municipal de Música de Cabanillas, que dirige Marina Santiago. El espectáculo estaba coordinado por el profesor y chelista, vecino de Cabanillas, Ramón Romero.
El recital se abrió y se cerró «tirando» de Verdi, y de la misma ópera. Así, la obertura instrumental de «La Traviata» fue la primera pieza del repertorio; y el famoso «Brindis» de esta misma ópera fue el «bis» final con el que se cerró el evento. Entre medias se pudieron escuchar piezas de gran popularidad, como «Das Kinglet», de Mozart; el «Coro de Zíngaras» de Verdi; la «Casta Diva» de Bellini; la bellísima «Un bel di vedremo» de Puccini; la espectacular aria «Nessun Dorma» de la ópera Turandot; o magníficas piezas corales como el «Bocca Chiusa» de Madamme Buterfly; o el erizante Coro de los Esclavos Hebreos que Verdi escribió en «Nabucco».
Cabe reseñar que el salón de actos de la Casa de la Cultura se llenó hasta los topes, hasta el punto de que se colgó el «No hay billetes», con todas las localidades ocupadas tanto en el patio de butacas como en los palcos superiores. Y se extendió por espacio de dos horas vibrantres de música de calidad, que hicieron las delicias del público.
En el intermedio, y como es tradición, la Asociación de Mujeres recaudó fondos para la lucha contra el cáncer, a través del sorteo de una estupenda cesta de frutas.
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